Canción de la Vacuna.
Había una vez un bru,
un brujito que en Gulubú
a toda la población
embrujaba sin ton ni son.
Pero un día llegó el Doctorrrr
manejando un cuatrimotorrrr
¿Y saben lo que pasó?
¿No?
Todas las brujerías
del brujito de Gulubú
se curaron con la vacú
con la vacuna
luna luna lu.
La vaca de Gulubú
no podía decir ni mu.
El brujito la embrujó
y la vaca se enmudeció.
Pero entonces llegó el Doctorrrr
manejando un cuatrimotorrrr
¿Y saben lo que pasó?
¿No?
Todas las brujerías
del brujito de Gulubú
se curaron con la vacú
con la vacuna
luna luna lu.
Los chicos eran todos muy bu,
burros todos en Gulubú.
Se olvidaban la lección
o sufrían de sarampión.
Pero un día llegó el Doctorrrr
manejando un cuatrimotorrrr
¿Y saben lo que pasó?
¿No?
Todas las brujerías
del brujito de Gulubú
se curaron con la vacú
con la vacuna
luna luna lu.
Ha sido el brujito el u,
uno y único en Gulubú
que lloró, pateó y mordió
cuando el médico lo pinchó.
Y después se marchó el Doctorrrr
manejando un cuatrimotorrrr
¿Y saben lo que pasó?
¿No?
Todas las brujerías
del brujito de Gulubú
se curaron con la vacú
con la vacuna
luna luna lu.
LA REINA BATATA.
Estaba la Reina Batata sentada en un plato de plata, el cocinero la miró y la reina se abatató. La reina temblaba de miedo, el cocinero con el dedo, que no que sí, que sí que no... de malhumor la amenazó. Pensaba la Reina Batata: "Ahora me pincha y me mata" y el cocinero murmuró: "Con ésta sí me quedo yo". La reina vio por el rabillo que estaba afilando el cuchillo y tanto tanto se asustó que rodó al suelo y se escondió. Entonces llegó de la plaza la nena menor de la casa, cuando buscaba su yoyó en un rincón la descubrió. La nena en un trono de lata la puso a la Reina Batata colita verde le brotó... (a la Reina Batata, a la nena, no) Y esta canción se terminó. LA FAROLERA. La farolera tropezó y en la calle se calló y al pasar por un cuartel se enamoró de un coronel Alcen la barrera para que pase la farolera de la puerta al sol subo la escalera y enciendo el farol. A la media noche me puse a contar y todas las cuentas me salieron mal 2 y 2 son 4 4 y 2 son 6 6 y 2 son 8 y 8 16 8, 24 y 8 32 Ánima vendita me arrodillo en vos La farolera tropezó y en la calle se calló y al pasar por un cuartel se enamoró de un coronel Alcen la barrera para que pase la farolera de la puerta al sol subo la escalera y enciendo el farol. A la media noche me puse a contar y todas las cuentas me salieron mal 2 y 2 son 4 4 y 2 son 6 6 y 2 son 8 y 8 16 8, 24 y 8, 32 Ánima vendita me arrodillo en vos. LA VACA ESTUDIOSA Había una vez una vaca en la Quebrada de Humahuaca. Como era muy vieja, muy vieja, estaba sorda de una oreja. Y a pesar de que ya era abuela un día quiso ir a la escuela. Se puso unos zapatos rojos, guantes de tul y un par de anteojos. La vio la maestra asustada y dijo: "Estás equivocada". Y la vaca le respondió: "¿Por qué no puedo estudiar yo?" La vaca, vestida de blanco, se acomodó en el primer banco. Los chicos tirábamos tizas y nos moríamos de risa. La gente se fue muy curiosa a ver a la vaca estudiosa. La gente llegaba en camiones, en bicicletas y en aviones. Y como el bochinche aumentaba en la escuela nadie estudiaba. La vaca, de pie en un rincón, rumiaba sola la lección. Un día toditos los chicos se convirtieron en borricos y en ese lugar de Humahuaca la única sabia fue la vaca. BARRILETES DE COLORES Barrilete de colores Que se mece que se ofrece Que se escapa con el viento Y que está en cada momento. Suspendido como ola En el aire con su cola Y que gira, viene y va Me saluda a mi al pasar Vuela, vuela barrilete de colores Se la vida, se la música y amores Regalame un poquitito de aire fresco Y que siembre en mi alma luz y flores. Para volar un barrilete Que gira y gira Barrilete de colores. CANCIÓN PARA TOMAR EL TÉ Estamos invitados a tomar el té, la tetera es de porcelana pero no se ve, yo no se por qué. La leche tiene frío y la abrigaré, le pondré un sobretodo mío largo hasta los pies, yo no sé por qué. Cuidado cuando beban, se les va a caer la nariz dentro de la taza y eso no está bien, yo no sé por qué. Detrás de una tostada se escondió la miel, la manteca muy enojada la retó en inglés, yo no sé por qué. Mañana se lo llevan preso a un coronel por pinchar a la mermelada con un alfiler, yo no sé por qué. Parece que el azúcar siempre negra fue y de un susto se puso blanca tal como la ven, yo no sé por qué. Un plato timorato se casó anteayer, a su esposa la cafetera la trata de usted, yo no sé por qué. Los pobres coladores tienen mucha sed porque el agua se les escapa cada dos por tres, yo no sé por qué. COMO LA CIGARRA. Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aqui resucitando. Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal porque me mató tan mal, y seguí cantando. Cantando al sol como la cigarra después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente que vuelve de la guerra. Tantas veces me borraron, tantas desaparecí, a mi propio entierro fui sola y llorando. Hice un nudo en el pañuelo pero me olvidé después que no era la única vez, y volví cantando. Cantando al sol como la cigarra... Tantas veces te mataron, tantas resucitarás, tantas noches pasarás desesperando. A la hora del naufragio y la de la oscuridad alguien te rescatará para ir cantando. Cantando al sol como la cigarra... MANUELITA LA TORTUGA. Manuelita vivía en Pehuajó pero un día se marchó. Nadie supo bien por qué a París ella se fue un poquito caminando y otro poquitito a pie. Manuelita, Manuelita, Manuelita dónde vas con tu traje de malaquita y tu paso tan audaz. Manuelita una vez se enamoró de un tortugo que pasó. Dijo: ¿Qué podré yo hacer? Vieja no me va a querer. En Europa y con paciencia me podrán embellecer. En la tintorería de París la pintaron con barniz. La plancharon en francés del derecho y del revés. Le pusieron peluquita y botines en los pies. Tantos años tardó en cruzar el mar que allí se volvió a arrugar y por eso regresó vieja como se marchó a buscar a su tortugo que la espera en Pehuajó TWIST DEL MONO LISO. ¿Saben saben lo que hizo el famoso Mono Liso? A la orilla de una zanja cazó viva una naranja. ¡Qué coraje, qué valor! Aunque se olvidó el cuchillo en el dulce de membrillo la cazó con tenedor. La naranja se pasea de la sala al comedor. No me tires con cuchillo tírame con tenedor. A la hora de la cena la naranja le dio pena, fue tan bueno el Mono Liso que de postre no la quiso. El valiente cazador ordenó a su comitiva que se la guardaran viva en el refrigerador. La naranja se pasea de la sala al comedor. No me tires con cuchillo tírame con tenedor. Mono Liso en la cocina con una paciencia china la domaba día a día, la naranja no aprendía. Mono Liso con rigor al fin la empujó un poquito y dio su primer pasito la naranja sin error. La naranja, Mono Liso, la mostraba por el piso, otras veces, de visita, la llevaba en su jaulita. Pero un día entró un ladrón, se imaginan lo que hizo, el valiente Mono Liso dijo: "Ay, qué papelón". La naranja se pasea de la sala al comedor. No me tires con cuchillo tírame con tenedor. A la corte del Rey Momo fue a quejarse por el robo, mentiroso, el rey promete que la tiene el gran bonete. Porque sí, con frenesí de repente dice el mono: "Allí está detrás del trono la naranja que perdí". La naranja se pasea de la sala al comedor. No me tires con cuchillo tírame con tenedor. Y la reina sin permiso del valiente Mono Liso escondió en una sopera la naranja paseandera Mono Liso la salvó pero a fuerza de tapioca la naranja estaba loca y este cuento se acabó. La naranja se pasea de la sala al comedor. No me tires con cuchillo tírame con tenedor. La naranja se pasea de la sala al comedor. No me tires con cuchillo tírame con tenedor. |
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